En un entorno urbano cercano al casco antiguo de Jerez marcado por la presencia del limite de la ciudad un desnivel de más de 10 metros con las calles que lo rodean, y más de 20m con el barrio bajo, se encuentras estos dos solares que presentan una geometría compleja y de difícil.

 El programa incluía 84 viviendas de protección y garajes , las cuales se resuelven en dossolares  que discurren paralelos a la ronda mencionada y que quedan separados por un espacio común de disfrute de la comunidad entendido no solo como un espacio de paso sino como una fachada más del edificio sobre las que vuelcan los espacios de servicio de las viviendas. En este espacio común es donde surgen los tres núcleos de comunicación del edificio que dan lugar a la compartimentación de este espacio, lo que contribuye a la fácil y rápida lectura del funcionamiento del mismo. Transversalmente el edificio se conecta con estos núcleos por medio de pasarelas muy luminosas que vuelcan a ese mismo espacio y que también se utilizan para albergar patios de servicio de las viviendas. El acabado de todo este espacio interior se ha cuidado especialmente no dejando a la vista ninguna zona de servicio y preservando la intimidad de cada inquilino, especialmente los de planta baja.

 Todos estos sutiles detalles junto con el criterio de mantener el característico y luminoso color blanco, tan de nuestra tierra, predominante en las fachadas, dan como resultado un edificio fresco a la par que perfectamente integrado en su entorno; que da un paso hacia delante sin romper con la tradición del lugar y que por lo ajustado de su presupuesto se ha convertido en ejemplo de calidad y modernidad en materia de vivienda social en Jerez de la Frontera.