La ordenación resultante tiene como punto de partida la búsqueda de la mejor orientación  y de vistas al mar o al futuro campo de golf en las estancias principales. No obstante, el resto de estancias aprovechan en algunos casos también las vistas hacia la montaña.

Se trata de un terreno irregular y de topografía accidentada, con 35 metros de desnivel. La propia topografía hace crear unas líneas claras de implantación de los edificios, lo cual permitirá cierta visión de un bloque sobre otro, generando espacios libres intermedios.

 Se generan ocho niveles perpendiculares a un eje Norte-Sur, donde se ubican los edificios, la más alta en la cota 85.00 y  la más baja en la cota 55.00.

Sobre cada plataforma se disponen dos hileras de edificios: la que se encuentra en la parte más baja según la pendiente del terreno, con tres plantas de altura, y la de la parte superior con cuatro plantas ya que el garaje de ambas hileras se sitúa debajo de ella. Todo esto se realiza por estar este garaje por debajo del plano de rasante teórico, que permite no computar edificabilidad, y considerarse bajo rasante. De este modo con un solo sótano se consigue la totalidad de las plazas de los dos edificios.

Sobre dichas plataformas se proyectan 14 edificios dispuestos de tal forma que todas las viviendas disfruten de las mejores orientaciones y muchas de ellas disfruten de vistas hacia el mar y/o al futuro campo de golf.

Los edificios están rodeados de una zona verde de uso privativo. El resto de los espacios verdes resultantes se destinan a acceso de la urbanización, juego de niños, piscinas paseos peatonales…